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La importancia de la sororidad en el emprendimiento femenino.

Blog Mujeres Inc.

La importancia de la sororidad en el emprendimiento femenino.
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Emprender no es un camino en solitario

El emprendimiento, especialmente en América Latina, se ha convertido en una de las principales vías de empoderamiento económico para las mujeres. Sin embargo, muchas veces se enfrenta con obstáculos adicionales: brechas de género, financiamiento desigual, dobles jornadas, falta de redes de apoyo y un entorno empresarial históricamente dominado por hombres.

Ante este panorama, surge un concepto transformador: la sororidad. Más que una palabra de moda, es un principio de solidaridad y alianza entre mujeres que, aplicado al mundo de los negocios, puede convertirse en una palanca poderosa para el crecimiento colectivo.

La sororidad en el emprendimiento femenino no significa que todas pensemos igual o que no haya competencia. Significa que, en lugar de vernos como rivales, nos vemos como aliadas estratégicas en la construcción de un ecosistema más justo, inclusivo y próspero.

Como expresó la filósofa mexicana Marcela Lagarde, quien introdujo el término en el ámbito feminista:

“La sororidad es un pacto político y ético entre las mujeres que, en su condición de género, se sienten y reconocen como hermanas para construir, por primera vez, un mundo de equidad, libertad, justicia, paz y autonomía para ellas y para toda la humanidad.”

En el mundo emprendedor, esa complicidad puede traducirse en clientes compartidos, mentorías cruzadas, asociaciones estratégicas y un tejido de apoyo que multiplica las oportunidades.

El contexto: datos que no podemos ignorar
  1. Brechas de financiamiento: según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), las mujeres emprendedoras reciben menos del 3% de la inversión de capital de riesgo a nivel global.

  2. Sobrecarga de roles: la OIT (Organización Internacional del Trabajo) señala que las mujeres dedican el doble de horas que los hombres al trabajo no remunerado, lo que limita su tiempo y energía para emprender.

  3. Redes desiguales: un informe del Banco Mundial (2021) muestra que las mujeres tienen menos acceso a redes de contacto empresariales, lo cual reduce sus posibilidades de crecimiento y de financiamiento.

Frente a estas barreras estructurales, la sororidad no es solo un acto ético, sino una estrategia de supervivencia y prosperidad.

¿Qué significa la sororidad en el emprendimiento?

En los negocios, la sororidad se traduce en:

  • Colaboración en lugar de competencia destructiva.

  • Mentoría y acompañamiento de mujeres con más experiencia hacia quienes comienzan.

  • Redes de contacto compartidas, recomendando a otras mujeres para proyectos, conferencias o negocios.

  • Consumo consciente, priorizando productos y servicios de otras emprendedoras.

  • Defensa colectiva, visibilizando y denunciando prácticas discriminatorias en el ecosistema empresarial.

No se trata de excluir a los hombres, sino de equilibrar la cancha. La sororidad fortalece la voz femenina en espacios donde históricamente ha sido invisibilizada.

Historias que inspiran: sororidad en acción
1. El caso de SheWorks!

Fundada por la argentina Silvina Moschini, esta plataforma conecta talento femenino con oportunidades laborales flexibles en todo el mundo. Uno de sus pilares es que las mujeres contraten y recomienden a otras mujeres, creando un círculo virtuoso de empleabilidad y desarrollo profesional.

2. Vital Voices

Organización global cofundada por Hillary Clinton y Madeleine Albright, que impulsa el liderazgo femenino a través de programas de mentoría entre mujeres. Ha apoyado a más de 20.000 emprendedoras en 184 países.

3. El ecosistema en Colombia y México

En países latinoamericanos, cada vez más mujeres están creando círculos de empresarias y redes de inversión con enfoque de género. Un ejemplo es Women in Connection en Colombia y Mujeres Invirtiendo en México, que buscan canalizar capital hacia startups fundadas por mujeres.

Estos casos muestran que la sororidad no es solo un ideal, sino una fuerza transformadora que se traduce en impacto económico real.

Beneficios de la sororidad en el emprendimiento femenino
1. Acceso a capital social y económico

Compartir redes y recomendaciones abre puertas que, de otra manera, tardarían años en cruzarse. La colaboración entre mujeres puede generar alianzas comerciales, clientes conjuntos o fondos de inversión colectivos.

2. Reducción de la brecha de género

Cuando una mujer impulsa a otra, ambas avanzan. Se crea un efecto multiplicador: más representación en el mercado, más modelos de referencia y más presión para que instituciones financieras y gubernamentales reconozcan la capacidad del emprendimiento femenino.

3. Resiliencia emocional

El camino emprendedor está lleno de incertidumbre. La sororidad ofrece un espacio de apoyo emocional, donde compartir retos y aprendizajes disminuye la sensación de soledad y aumenta la confianza.

4. Innovación colectiva

Las redes de mujeres suelen ser más horizontales y colaborativas, lo que fomenta la co-creación de soluciones, productos y servicios. Diversas investigaciones (McKinsey, 2020) señalan que equipos con mayor diversidad de género son un 25% más innovadores.

Obstáculos que frenan la sororidad

Aunque suene ideal, la sororidad enfrenta desafíos reales:

  1. Competencia mal entendida: algunas mujeres ven a otras como rivales directas en lugar de aliadas potenciales.

  2. Sesgos internalizados: en ocasiones, sin darnos cuenta, reproducimos prejuicios antiguos, como desconfiar más del liderazgo femenino.

  3. Falta de tiempo: la sobrecarga de roles dificulta la posibilidad de dedicar horas a mentorías, networking o apoyo mutuo.

  4. Espacios poco inclusivos: muchos eventos o asociaciones empresariales no están diseñados pensando en las necesidades de las mujeres o lgtbi+.

Superar estos obstáculos implica cambiar paradigmas personales y estructurales.

Estrategias prácticas para fortalecer la sororidad emprendedora
1. Crear y participar en redes de apoyo

Únete o forma parte de asociaciones de mujeres empresarias, grupos de networking o cámaras de comercio con enfoque de género. Estas comunidades son un semillero de oportunidades.

2. Convertirte en mentora y aprendiz

La sororidad es bidireccional: siempre hay algo que enseñar y algo que aprender. Dedica tiempo a acompañar a otras mujeres y busca referentes que te guíen.

3. Adoptar el consumo sororo

Cada compra es un voto. Priorizar productos y servicios de emprendedoras no solo fortalece sus negocios, sino que envía un mensaje al mercado.

4. Recomendar y visibilizar

Cuando tengas la oportunidad de proponer a alguien para un proyecto, conferencia o contrato, piensa primero en mujeres emprendedoras de tu red. La visibilidad es clave para abrir más puertas.

5. Espacios seguros de vulnerabilidad

La sororidad no solo se construye en el éxito, también en la posibilidad de compartir fracasos sin miedo al juicio. Generar círculos de confianza es esencial.

Testimonios de impacto
  • María Fernanda L., emprendedora tecnológica en Bogotá:
    “Cuando lancé mi startup de educación digital, las primeras en apoyarme y recomendar mi servicio fueron otras mujeres emprendedoras que conocí en un círculo de networking. Sin esa red, no habría tenido mis primeros 50 clientes.”

  • Carolina, diseñadora en Ciudad de México:
    “Una colega me recomendó para una feria internacional de diseño. Eso me abrió las puertas para exportar mis productos. Esa es la fuerza de la sororidad: alguien que te impulsa hacia donde tú sola tardarías mucho más en llegar.”

El futuro del emprendimiento femenino y la sororidad

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), si las mujeres tuvieran el mismo acceso a financiamiento y redes que los hombres, el PIB de América Latina podría aumentar en un 34%.

Esto significa que la sororidad no es solo un asunto de ética o empatía, sino de impacto económico a gran escala.

Los próximos años estarán marcados por el auge de las comunidades digitales, las redes de inversión con perspectiva de género y la colaboración transfronteriza entre mujeres emprendedoras. La sororidad será el puente que conecte estas iniciativas con resultados tangibles.

La fuerza de unidas

La historia ha demostrado que las mujeres, cuando se organizan y apoyan mutuamente, son capaces de cambiar estructuras enteras. En el emprendimiento no es diferente.

La sororidad es más que un gesto de apoyo ocasional: es una estrategia inteligente, un recurso emocional y una herramienta económica. Significa entender que cuando una mujer avanza, todas avanzamos.

No se trata de eliminar la competencia, sino de transformarla en competencia sana y colaborativa, donde el éxito de una no amenaza, sino inspira.

El liderazgo femenino del futuro no se construirá desde la soledad, sino desde la unión.

Fuentes consultadas:

  • Global Entrepreneurship Monitor (GEM), Reporte Global 2023.

  • Banco Mundial (2021), “Mujeres y redes de contacto en el emprendimiento”.

  • McKinsey & Company (2020), “Diversity wins: How inclusion matters”.

  • Banco Interamericano de Desarrollo (2022), “Mujeres y crecimiento económico en América Latina”.

  • Vital Voices Global Partnership, reportes de impacto 2020-2023.

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