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Nataly Yáñez, Ph.D. en Psicología, una mujer extraordinaria que ha llegado muy lejos gracias a su amor por la ciencia.

Mujeres Creando Historia

Nataly Yáñez, Ph.D. en Psicología, una mujer extraordinaria que ha llegado muy lejos gracias a su amor por la ciencia.
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Mujeres Inc.: Nataly, buenos días. Bienvenida a este espacio de Mujeres Inc. Es un gusto tenerte aquí. Hoy, como cada semana, buscamos inspiración, dando a conocer las acciones de mujeres creativas, emprendedoras y académicas como tú. Cuéntanos de ti, queremos conocer tu trayectoria y por qué terminaste en el camino de la ciencia y la investigación…

Nataly Yáñez: Buenos días, Soy Nataly Yáñez Ramírez, tengo 35 años, nací en Colombia y actualmente, vivo en Guadalajara, México. Soy psicóloga de la Universidad Nacional de Colombia, Maestra en Ciencia del Comportamiento del Centro de Estudios e Investigaciones en Comportamiento (Universidad de Guadalajara) y Doctora en Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Actualmente soy becaria postdoctoral por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), que es el equivalente a nuestro Colciencias en Colombia, y por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el Centro de Estudios e Investigaciones en Comportamiento (CEIC), adscrito a la Universidad de Guadalajara.

Como toda historia, mi trayectoria está llena de cambios y desafíos. Cuando empecé a estudiar Psicología me imaginaba dando terapia en un diván. Freud y la psicóloga de mi colegio eran mis únicos referentes de lo que hacía un psicólogo y en ese entonces quería formarme para “salvar” relaciones conflictuadas.

Sin embargo, mi camino actual empezó a definirse en el primer semestre de Psicología, con una materia llamada Fundamentos del Análisis Experimental del Comportamiento. En esta clase estudiábamos diferentes aproximaciones al comportamiento como un fenómeno natural susceptible de ser medido y evaluado empíricamente. Para mí eso fue todo un descubrimiento, antes de esto no sabía que el comportamiento podía estudiarse de manera científica.

Y siguieron los descubrimientos, pues tuve una materia en la que tenía que ir todos los días a registrar el comportamiento de una ratita, siguiendo un manual de Laboratorio. Ahí aprendí que la conducta podía observarse y registrarse. Después de muchas observaciones y de muchos registros, el orden empezaba a emerger.

Por aquella época, uno de mis profesores nos decía que “as hojas de los árboles al caer tienen diferentes velocidades en el descenso, sin embargo, todas siguen la ley de gravedad” y eso pasa con el comportamiento, a pesar de las diferencias individuales, podemos descubrir leyes generales de la conducta.

En mi tesis de pregrado, sobre adquisición del Lenguaje, tuve que probar diferentes tareas experimentales, compararlas y tratar de asegurar que cada una de estas midiera lo que yo quería medir y que los participantes estuvieran expuestos a lo que yo quería exponerlos, sin que los factores históricos influyeran en la tarea que estaban resolviendo. Este fue el inicio de un camino lleno de aprendizajes,  ahí entendí que quería hacer una carrera en investigación y que quería hacerla de la mejor manera.

Entonces, vine a Guadalajara-México a hacer una Maestría en Ciencias del Comportamiento en la que estudié Aprendizaje y Memoria Espacial en hámsteres. Era la primera vez que trabajaba con tantos animales al tiempo, porque en Colombia veía el comportamiento de una ratita solamente y aquí tenía 24 hámsteres para estudiar.

Para resolver mi pregunta de investigación usé el Laberinto Radial, un instrumento maravilloso que en Colombia solo había visto en libros. Este instrumento se compone de un espacio central con ocho canales o brazos, en los que yo ponía unas luces que le indicaban al hámster si ya había pasado por el brazo, en una condición experimental estas señales eran muy confiables (se apagaban cuando el hámster hacía su primera visita al brazo) y en otras condiciones se apagaban dependiendo de una probabilidad que yo había programado, así que eran señales poco confiables para el animal.

La tarea consistía en que ellos no repitieran los brazos que ya habían visitado, porque sólo iban a encontrar alimento una vez por visita y esto nos permitía observar las estrategias usaban para no repetir brazos. También, si seguían o no las señales dependiendo de qué tan confiables eran.

Encontré que cuando las señales eran confiables los animales las seguían y cuando no empezaban a generar patrones fijos de desplazamiento para siempre elegir el brazo correcto y no perder el alimento. Muy listos, ¿verdad?

Para seguir con mi carrera científica, apliqué a la Universidad Autónoma de México, durante mi Doctorado estudié en ratas y palomas un sesgo en la elección conocido como Efecto de Costos Hundidos, que es definido como la tendencia que tienen los organismos por preferir una opción en la que ya han invertido algo, como esfuerzo, dinero o tiempo.

Se ha encontrado que los humanos cuando invertimos en algo en una alternativa, tendemos a quedarnos en ella, a pesar   de que existan mejores opciones que elegir. Yo quería ver si eso también sucedía en estos animalitos y bajo qué condiciones. Para estos estudios empleé un instrumento con el que también aparecía en mis libros de Psicología, las Cajas de Skinner. Encontré que mis sujetos no se guiaban por el sesgo, sino persistían sólo cuando era necesario hacerlo.

Esto me llevo también a ver qué pasaba con este sesgo en ambientes inciertos (cuando los organismos no saben si van a recibir alimento o no), Algunos autores, han propuesto que en condiciones de incertidumbre se pueden valorar más las alternativas en las que ya invertiste, porque el resultado de la inversión puede cambiar y no necesariamente pierdes lo que ya has invertido.

Así que puse a mistaras a resolver el siguiente dilema ¿elijo la alternativa en la que ya trabajé o en la que con mayor probabilidad obtendré alimento? Las ratas elegían basándose en las probabilidades futuras de entrega del alimento y no en el esfuerzo pasado.

Y mi investigación me dio más sorpresas: las ratas parecían ser más sensibles a las consecuencias cuando habían dado muchas respuestas para llegar al punto de elección, lo que me ha llevado a proponer que trabajar más por algo podría hacernos más sensibles a las consecuencias de aquello sobre lo que estamos decidiendo.

Somos animales con sesgos, con ruido en nuestras elecciones, no somos maquinas perfectas, a pesar de que tenemos la imagen de que la especie humana es la cúspide de la evolución, nuestras elecciones siguen teniendo ruido y muchas veces se basan en sesgos. Ser conscientes de esto nos podría llevar a buscar formas para reducirlos.

Por ejemplo, algunos reportes han mostrado que es más probable que los médicos ordenen exámenes de detección de cáncer para los pacientes que ven en la mañana que a última hora de la tarde. Hay un cambio en el juicio y en nuestras percepciones y decisiones dependen de muchos factores de los que muchas veces no estamos conscientes

Esto me ha llevado a tener un gran interés por el estudio de la elección y distribución del comportamiento, de las preferencias y de un campo aplicado llamado Arquitectura de Incentivos: es la forma en como se puede organizar el ambiente para hacer que sea más probable que un individuo tome una decisión particular,  tratando de controlar o de solucionar los sesgos y el ruido en las decisiones que les comentaba.

Todo esto podría aplicarse en la planeación de programas y políticas públicas que promuevan elecciones más racionales, entendiendo racional desde el sentido económico, de maximizar las ganancias, minimizar las pérdidas y minimizar los errores. Se trata de lograr tomar decisiones más precisas, más coherentes, lo que también podría promover que las instituciones cuenten con personas mejor capacitadas para la toma de decisiones.

Este es uno de mis intereses de aplicación de los estudios que he venido realizando: bajo qué condiciones las personas podrían tomar decisiones más objetivas, con menos sesgos y menos ruido.

Mujeres Inc.: ¿Desde que iniciaste este camino de investigación tenías claro que debía ser fuera de tu país o alcanzaste a aplicar en alguna universidad o algún programa en Colombia antes de optar por México?

Nataly Yáñez: Miré afuera porque quería conocer otros escenarios para desarrollar mi carrera científica, sabía que había un mundo más grande que el que había conocido. A pesar de que ese mundo que conocí en la Universidad Nacional había sido muy amplio y muy impactante. La Maestría en México resultaba ser un muy buen comienzo. México tiene uno de los desarrollos más importantes en Análisis del Comportamiento en América Latina.

Para mí fue muy importante e inspirador poder tener la tecnología y tantas herramientas a la mano. En los laboratorios en los que he trabajado desde mi llegada a México todos los instrumentos son automatizados, y los datos son registrados por un computador y están listos al final de la sesión para ser analizados. Para un investigador esto es muy importante, los datos son nuestro mayor tesoro, así que todos los esfuerzos que se puedan hacer para garantizar que salgan sin error, valen la pena.

Ahí ves un poco la diferencia en cuanto al apoyo a la ciencia y la investigación. En mi caso, por ejemplo, la maestría, el doctorado y el postdoctorado los he podido hacer con las becas otorgadas por el gobierno mexicano, ver ese apoyo en la formación de doctores e investigadores de alta calidad, es algo que todavía en Colombia se está desarrollando.

Mujeres Inc.: ¿Qué implicaciones hubo en tu vida o que cambió en ti al iniciar este camino en la ciencia?

Nataly Yáñez: Todo esto implicó aprender un montón de habilidades que nunca imaginó la que quería hacer psicología en el diván: Leer sobre modelos del comportamiento, indagar sobre la precisión y coherencia de diferentes teorías, aprender a programar lo que implica tener un pensamiento más lógico y ordenado, como en forma de algoritmo, aprender a comunicarme en lenguaje científico y además en inglés.

Aprender a escribir artículos científicos y en otro idioma ha sido todo un reto. La mayoría de la gente dice que escribir la tesis es el paso más difícil, pero desde mi experiencia, es un reto más grande escribir artículos científicos. Hay revisores anónimos, no como en tu tesis que ya son viejos conocidos, estos revisores usualmente son investigadores expertos que inmediatamente van a ver si tienes un error tanto en lo que escribes, como en el desarrollo de tu investigación.

Empecé a asistir a congresos y a experimentar esa emoción de conocer científicos que para uno son referentes, los “Rockstars” de la ciencia, que nunca pensaste que ibas a conocer. El segundo idioma y específicamente el inglés, es una cosa que uno muchas veces no tiene en cuenta en su formación y termina siendo una herramienta fundamental, sobre todo para la divulgación y discusión de tu trabajo.

Esta carrera también abrió mi mundo al aprendizaje animal, antes de estudiar psicología no había tenido mucho acercamiento a otras especies, ni siquiera tuve una mascota por más de un mes. Sin embargo, lo que estaba estudiando me llevó a entender que todos procedemos de un ancestro común y desarrollamos sistemas perceptuales, sensoriales y neurológicos muy similares, además compartimos el mismo escenario, el planeta tierra es nuestro hogar común, por lo que compartimos un repertorio de problemas, restricciones y soluciones. También compartimos las mismas necesidades de alimentación, de búsqueda de pareja, en un mundo con día y noche para todos. De ahí no es difícil concluir que podemos tener mecanismos y reglas de aprendizaje y de elección similares. Este es un intento de respuesta para las personas que se preguntan y que me han preguntado por qué hago estas investigaciones en otras especies

En animales es más fácil llegar a manipular las experiencias o las variables a las que los quiero exponer y ver como su conducta cambia o se ajustan a esas variables. También puedo exponerlos a estas variables por tiempo más prolongado que a un humano y sobretodo en cuanto a lenguaje puede haber menos ambigüedad, en animales tienes que ser muy creativo para lograr las respuestas porque debes preguntarle a una especie diferente a la tuya, pero también puedes obtener resultados más claros, más limpios.

También he tenido que aprender cosas que muchos de los que están leyendo esta entrevista no imaginan que un psicólogo debe saber: funciones matemáticas, porque como decía Galileo “la naturaleza es un libro que está redactado en el lenguaje de las matemáticas”.

Y como también dice uno de mis profesores en uno de sus libros “Una ecuación que haga predicciones con precisión es el indicador de que se está haciendo una lectura apropiada del Universo” (Clavijo, 2016). Un modelo matemático es menos ambiguo que un enunciado verbal, puedes hacer predicciones más precisas sobre lo que debería pasar si el mundo funcionara como tu modelo dice que funciona

Finalmente, creo que el aprendizaje más grande es el lograr ser testigo de que la ciencia más que una actividad, es un estilo de vida. Todo lo que hemos vivido con el COVID-19 ha sido un gran ejemplo de cómo trabaja la ciencia en vivo y en directo, en tiempo real…hipótesis que después refutamos con datos: cómo se transmite el virus, qué estrategias resultan útiles para cuidarnos, hasta cuándo se logrará inmunidad con las vacunas, etc.

A veces las personas quieren resultados fijos, pero la ciencia te muestra que no hay verdades absolutas, ni estáticas, todo es un proceso y va cambiando con los datos que vas obteniendo. Así empiezas a pensar el mundo y las explicaciones que te das sobre él, y entiendes que tus creencias pueden ir cambiando de acuerdo con la evidencia.

Mujeres Inc.: ¿Cuáles han sido los retos más grandes que has tenido que enfrentar en esta nueva etapa?

Nataly Yáñez: En las primeras fases de una carrera profesional se busca adquirir conocimiento, mientras que el objetivo de un Doctorado es producir conocimiento. Esto conlleva a desarrollar las habilidades propias de un proceso…largo y tortuoso:

  • Motivación y rigurosidad. No todos los días te quieres levantar e ir al laboratorio a conquistar el mundo. Usualmente las sesiones experimentales deben realizarse a la misma hora, se cumplen protocolos muy estrictos para asegurar que los resultados se deben a las variables que estás manipulando y no a cambios que tú generaste porque ese día hiciste las cosas de manera diferente. Ha sido un reto pasar de un despiste habitual a una rigurosidad permanente, desde el trato con cada sujeto experimental, hasta intentar asegurar que los datos están limpios, sin factores externos que los afecten.
  • Curiosidad y creatividad. La vida de un investigador depende de las preguntas que se hace. Entre más informado se esté y se tenga contacto con mejores investigaciones, habrá mejores preguntas y mejores ideas sobre cómo resolverlas. Pero esto es un reto, porque implica mucho trabajo, ser autodidacta y autocrítico con lo que no se conoce.
  • Tolerancia a la frustración. Muchas veces tus datos no son como quieres, o no dices las cosas de manera clara en un artículo o en un congreso, no planeaste el experimento de la forma correcta y perdiste un montón de días y hasta sujetos en ese intento. En muchas ocasiones, toca volver a empezar y volverlo a intentar.

A nivel personal, el reto más grande ha sido estar lejos de mi país, de muchas personas que quiero, no estar en momentos difíciles en los que quisiera abrazarlos y cuidarlos. O en momentos alegres en los que quisiera celebrar y bailar de felicidad con ellos, nada es lo mismo estando lejos

Me he enfrentado a muchos traslados a diferentes lugares y ciudades para poder seguir creciendo en mi carrera científica. Culturalmente, al principio extrañas la comida, la gente y todo de tu país, pero también esto ha tenido grandes recompensas, porque es bonito ampliar tu mundo. Haber podido integrar a ese México lindo, que nos ha acogido con tanto cariño, a nuestro lenguaje, nuestros gustos culinarios y a nuestra forma de ver la vida y el conocimiento.

También ver que puedes aportar de otra manera tanto a la Psicología como a la solución de diferentes problemas, políticos, sociales o personales, porque tu visión del mundo se ha ampliado y enriquecido.

Mujeres Inc.: A lo largo de tu vida y específicamente en tu carrera, ¿qué mujeres y qué personas te han inspirado?

Nataly Yáñez: Marie Curie es el icono romántico de toda científica, fue la primera mujer en recibir un premio nobel. Toda su historia de tomar clases clandestinas en la Universidad Flotante de Varsovia. Ella era polaca, no hablaba francés muy bien y así se va a estudiar a París.

Fue la primera mujer en el congreso de Solvay en 1927, es muy inspiradora esa foto que registra ese momento donde está con todos estos grandes científicos y ella es la única mujer. Su matrimonio con Pierre, que la apoya tanto y son amigos y cómplices en su quehacer científico. Todo esto me resulta muy inspirador.

A un nivel un poco más general, me ha influenciado mucho el ejemplo de todas las mujeres que han luchado para que tengamos los derechos que ahora tenemos: educación, trabajo, voto, una cuenta bancaria, decisión sobre nuestro cuerpo y nuestro futuro. El derecho a la educación para mí es uno de los que más valoro por todo lo que me gusta. Todas esas luchas de esas mujeres conocidas e incluso las incógnitas son muy influyentes, porque son las que me permitieron estar aquí y poder hacer lo que hago.

Las mujeres con las que he trabajado y he compartido Laboratorio también me han inspirado mucho. Todas ellas, tan ávidas de conocimiento y de reflexión. Cada una con sus intereses particulares, tratando de hacer un buen trabajo, intentando construir una academia mejor para ellas y para las que vienen.

Mujeres tratando de hacer un mundo menos desigual y de mujeres más capaces, el poder decir ‘yo puedo hacerlo’, poder aprender y dominar tantas habilidades, cada una con una fuerza especial para hacerlo, apoyándonos entre todas, con una disposición a ayudar y a generar comunidad.

También hay hombres a los que les agradezco y que me han inspirado mucho, esos que han creído en mi trabajo: mi esposo, con el que he recorrido todo este camino de la mano, desde nuestros tiempos de estudiantes universitarios, él es mi compañero de travesía, en la vida y en la investigación. Mis tutores, con los que he podido discutir mis investigaciones, repensarlas, corregirlas y hacerlo todo mejor. Esos hombres que han creído que las diferencias entre hombres y mujeres en la ciencia no son un asunto de género, sino de sistemas en los que no hemos tenido las mismas oportunidades. Y que creen que ya viene una nueva generación de mujeres bien formadas y capaces de grandes cosas.

. En mi experiencia dentro de la academia nunca he sentido discriminación, ni acoso , el trato ha sido muy igualitario y eso es maravilloso.

Mujeres Inc.: ¿Qué consejo le puedes dar a las mujeres o las niñas que leerán esta entrevista, que han sentido esa chispa de inspiración y quieran irse por ese camino de la investigación y la ciencia?

Nataly Yáñez: Yo diría que no le tengan miedo a la ciencia, ésta es una actividad que simplemente requiere que te formes en ciertas herramientas para obtener información mediante una forma particular de hacer las cosas, solamente requiere que le echen ganas, como dicen los mexicanos, de constancia, de disciplina, de no abandonar el proceso por difícil que parezca a veces.

Si esto es lo que les gusta, lo que les apasiona y en verdad es lo que quieren hacer, yo les diría que lo hagan, que toquen puertas, que busquen opciones, a veces las oportunidades están ahí, solo hay que salir con valentía a buscarlas.

Empiecen por leer e investigar, busquen libros de divulgación científica, traten de cultivar su curiosidad, es fácil asombrarse y emocionarse con las cosas que ha hecho la humanidad para entender la naturaleza, y de ahí empezar a encontrar sus propias preguntas.

Mujeres Inc.: ¿Qué viene para tu carrera en el corto y en el largo plazo?

Nataly Yáñez: Bueno, por ahora sigo con mi Postdoctorado. Este es un trabajo apoyado por una beca brindada por México y que me ha permitido apoyar y desarrollar todas las actividades del laboratorio al que estoy vinculada. Actualmente, estoy desarrollando un proyecto que me permitirá estar ahí un año más.

La verdad esto me gusta mucho, dictar clases también me encanta y en general disfruto mucho de la vida académica.  La ciencia es como un juego y yo vine a aprender sus reglas para jugarlo bien y hacerlo de la mejor manera sin creer que hay un punto final.

Esto se trata de seguir formándote, aprendiendo cosas nuevas cada día, seguir leyendo y mejor arando en esas habilidades que necesitas para hacer un buen trabajo.

Si bien esta carrera requiere mucha tolerancia a la incertidumbre, por las dinámicas que se dan en el mundo académico, pues no hay tantas plazas, a veces las becas no salen tan rápido, muchas veces tienes que esperar periodos largos, sigo amando esto y espero seguir haciéndolo.

Mi sueño, a un plazo más largo, es tener mi propio laboratorio y seguir investigando.

Mujeres Inc.: Naty, muchas gracias por contarnos tu historia que resulta tan inspiradora y nos encantan saber que hay personas como tú dedicadas a cambiar el entorno desde su experiencia y su labor diaria…

Nataly Yáñez: Gracias a ustedes por darme la oportunidad de contar esta historia. En mi tesis les escribía a mis tutores que “sus experiencias y su ejemplo inspiraron mis sueños”, sería lindo que esta experiencia pueda encender esa curiosidad en alguien y que leyendo esta entrevista sepa que no está solo ni en sus aspiraciones, ni en su lucha… sino que somos varios intentando entender la realidad a partir del conocimiento científico.

Para conocer más sobre Nataly Yáñez y de sus publicaciones, puedes acceder a aquí en Research Gate.

📨 Cuéntanos si ya conocías su historia y qué opinas de esta grandiosa mujer.

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